sábado, 18 de julio de 2015


ENSAYO  CON CASA DE SEMILLAS

    A lo largo de la campaña 2014/2015 hemos realizado seguimientos exhaustivos de experiencias en diferentes cultivos. El seguimiento de las experiencias en cereal las resumiremos en un dosier recopilatorio que aglutine los ensayos en las diferentes localizaciones geográficas. Sin embargo, en esta ocasión, anticipamos los resultados realizados por una casa de semillas en un campo de variedades. 

LOCALIZACIÓN
PROVINCIA: Córdoba.
TÉRMINO MUNICIPAL: Fuente Palmera
FINCA: “El Patronato”
CULTIVO: Trigo duro

DESCRIPCIÓN DEL ENSAYO  
OBJETIVO: evaluar el efecto de la aplicación de rizobacterias sobre la nutrición del cultivo, comparado con un testigo manejado de forma habitual. En las parcelas de ensayo se eliminó la aplicación de cobertera que fue sustituida por una cantidad equivalente de inoculantes bacterianos.  
   La aplicación se realizó en tres variedades de trigo duro numeradas por la empresa como var. 2, var. 3 y var. 15, empleadas para multiplicación, se marcaron tres microparcelas, teniendo cada una de ellas una superficie de 9.36 m2 (7,8 m x 1,20 m)   
   Las necesidades nutricionales del cultivo en base a un rendimiento en grano esperado de 5.000 kg/ha, son las siguientes: 175 Nitrógeno – 60 UF Fósforo – 140 UF Potasio.
   Para cubrir estas necesidades, se consideraron los aportes realizados por el abonado de fondo (150 kg/ha de urea), el nitrógeno aportado por la descomposición de la materia orgánica del suelo (1,5%) y que buena parte de las necesidades de potasio las cubriría el propio suelo. En las microparcelas, la diferencia entre las unidades requeridas y las aportadas fueron cubiertas por las rizobacterias. Junto a las rizobacterias se aplicó también una disolución de humato potásico (extracto húmico al 70%) a una dosis de 3 kg/ha. Estas aplicaciones fueron realizadas el 27/01/15.

Por su parte, la zona testigo recibió el 09/03/15 una cobertera a base de Duramón 26, a una dosis de 200 Kg/ha.
Con posterioridad las parcelas fueron regadas por aspersión en dos ocasiones (10/03/15 y 21/04/15) con un volumen de agua en cada uno de los riegos de unos 50 litros/m2.
La cosecha se llevó a cabo el 04/06/15 con una cosechadora pequeña para microparcelas, con la que se recolectaron tanto las parcelas de ensayo como los testigos. Conocidas las dimensiones, se calcularon y compararon los rendimientos unitarios obtenidos. (Fotografía 2)

EVOLUCIÓN PARÁMETROS CLIMÁTICOS EN LA ZONA DE ENSAYO
   El IFAPA (Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria y Pesquera) dispone de una serie de estaciones agroclimáticas, distribuidas por toda la geografía andaluza, en las que se registran diariamente los principales parámetros climáticos. Hemos utilizado los facilitados por estas estaciones.
   A lo largo del periodo de ensayo, podemos destacar las elevadas temperaturas medias registradas al inicio del mes de noviembre, que facilitaron la buena implantación del cultivo, así como las máximas registradas en abril y mayo, momento en el que se produce el llenado del grano, y que fueron considerablemente superiores a la media histórica. Además, la precipitación acumulada en la zona entre septiembre 2014-julio 2015 ha sido un 22% inferior a la media histórica. Por tanto, las reservas hídricas del suelo en el momento del llenado del grano eran considerablemente inferiores a las de una campaña normal (Gráfica 1)

   La combinación de ambas circunstancias ha sido responsable de los bajos rendimientos obtenidos en el cereal de secano en esta zona durante la campaña recién finalizada. La temperatura idónea para el llenado del grano está entre 20-25oC. Elevadas temperaturas o vientos secos producen el “asuramiento” del grano, es decir, se produce una maduración precipitada que impide la acumulación en la semilla de las sustancias de reserva necesarias para adquirir un adecuado grosor de grano. En el ensayo, como veremos más adelante, los riegos aportados en momentos críticos han permitido lograr rendimientos considerablemente más elevados.

MEDICIÓN DEL CONTENIDO EN CLOROFILA
   El contenido en clorofila de la hoja está directamente relacionado con el contenido en nitrógeno, ya que este es necesario para la síntesis de clorofila. El contenido en clorofila determina el nivel de verdor de las hojas y la eficiencia de los procesos fotosintéticos que en ellas tienen lugar. Así, plantas adecuadamente fertilizadas con nitrógeno presentan un color más verde en sus hojas. A partir de esta base fisiológica, podemos afirmar que al medir el contenido en clorofila de la hoja podemos estimar el contenido en nitrógeno de la planta y conocer el estado nutricional del cultivo (Fotografía 3)

   Los medidores de clorofila pueden ser empleados en estrategias de fertilización nitrogenada para mejorar la eficiencia del fertilizante. Así, hemos utilizado este parámetro para detectar posibles diferencias en la nutrición de las plantas tratadas con bacterias y las del testigo, y comprobar si estas diferencias se trasladaban posteriormente a los rendimientos obtenidos. Como podemos observar (Gráfica 2), el contenido en clorofila se incrementa entre marzo y abril en todos los casos, para descender a continuación, una vez producido el cuajado de la espiga e iniciarse la fase de llenado del grano, momento en el que los fotoasimilados son trasladados a éste desde la hoja bandera.

Al analizar la gráfica 2, se observa que las diferencias entre variedades son mayores a las registradas entre testigo-ensayo en cada una de ellas, por lo que podemos concluir que el componente varietal tiene un peso importante en la expresión de esta característica. Las variedades que mantienen hasta el final un mayor contenido en clorofila en la hoja bandera parecen tolerar mejor las condiciones climáticas sufridas, al mantenerse verdes más tiempo. Por el contrario, un descenso acusado del contenido en clorofila podría indicar que la variedad se ha secado con más velocidad y ha tenido más problemas en llenar el grano. Como veremos más adelante, tras analizar los rendimientos finales obtenidos, esto parece haberse cumplido en el ensayo.

Por otra parte, mientras que en las variedades 2 y 3 el contenido en clorofila en mayo fue superior en la parcela testigo a la de ensayo, en la variedad 15 ocurrió lo contrario. En este sentido, como analizaremos más adelante, no hemos encontrado en el ensayo una relación clara entre el contenido en clorofila final y el rendimiento obtenido.

RENDIMIENTOS OBTENIDOS
Una vez alcanzada un grado de humedad óptimo, se procedió a cosechar las parcelas del ensayo, operación que tuvo lugar el 04/06/15 y fue realizada con una cosechadora pequeña para ensayos (Fotografía 4. Cosecha de las parcelas de ensayo)

   En el gráfico 3 se muestran los rendimientos obtenidos en las parcelas de ensayo y testigo para las tres variedades estudiadas. Bajo el epígrafe E se encontrarían los valores correspondientes a las parcelas de ensayo, mientras que las T corresponden a las parcelas testigo. En porcentaje se expresa el incremento en el rendimiento obtenido en las microparcelas de ensayo respecto a las del testigo para cada variedad. (Gráfica 3)

   Los rendimientos generales son elevados, especialmente si se comparan con los obtenidos en parcelas de secano en la misma zona productora. Los riegos aplicados en momentos críticos han permitido a la planta llenar el grano, aun con unas condiciones climáticas tan adversas (temperaturas máximas muy altas y baja humedad ambiental)

   La variedad con mayor rendimiento final (var.2) presentó en la última medida realizada un contenido en clorofila superior a las otras dos. Parece, por tanto, ser más eficiente a la hora de trasladar fotoasimilados desde las hojas al grano, ya que ha llenado más y se ha mantenido verde más tiempo. En el otro extremo, la variedad 3, que presenta menor rendimiento, muestra en la primera y última medida un contenido en clorofila inferior.

CONCLUSIONES

   En lo que respecta al objetivo del ensayo, es importante destacar que en las tres variedades los rendimientos obtenidos en las parcelas tratadas con rizobacterias superaron a los de las parcelas testigo, 

con un incremento medio próximo al 9%.


   La principal conclusión que podemos extraer es que la sustitución del abonado mineral de cobertera por las bacterias rizosféricas ha demostrado ser una buena estrategia de fertilización, al lograr incrementos en los rendimientos obtenidos. Las diferencias obtenidas entre variedades podrían deberse al propio comportamiento varietal, o a pequeñas diferencias en las condiciones de suelo. Además de los aspectos expresamente relacionados con la nutrición vegetal, los inoculantes bacterianos presentan ventajas adicionales, al enriquecer el suelo y presentar un efecto promotor del crecimiento vegetal. Además, son cómodos de aplicar, al utilizarse en dosis reducidas y son más sostenibles medioambientalmente, al reducir los aportes de abonos minerales y evitar la lixiviación y la contaminación.


martes, 23 de junio de 2015

LA FERTILIZACION NO ES SOLO ABONAR


   En esta ocasión, vamos a profundizar en el concepto de la fertilidad de los suelos, ya que en las últimas décadas se ha desnaturalizado un poco.


“La Fertilidad del suelo es la capacidad que tiene el mismo de sostener del crecimiento de los cultivos. Además, en definiciones más modernas se incluye la rentabilidad y la sustentabilidad de los agro-ecosistemas. Muchas veces se divide a la fertilidad en “química”, “física” y “biológica” para su abordaje particular, pero muchas veces resulta complicado separarlas”

   Hasta hace pocos años, la fertilidad, y por ende la fertilización, se ha limitado a los nutrientes que son necesarios aportar mediante abonos minerales. Desde primeros de siglo XX y sobre todo a mediados de siglo pasado con el surgimiento de la industria química, y en concreto de los nitratos, se abordó el crecimiento de los rendimientos agrícolas en base al aporte de este elemento esencial. Sin embargo, en las últimas décadas, la contaminación que produce esta industria ha elevado la alarma sobre el deterioro de los suelos y la contaminación de aguas y atmosfera. Sobre este asunto hay sobrada bibliografía. Diferentes asociaciones promovidas por el mundo científico que trabaja sobre estos temas (REMEDIA, SEFIN, y otras asociaciones transnacionales que investigan los efectos perniciosos de esta actividad). De hecho, son cuantiosas las ayudas que la Unión Europea aporta para las investigaciones que se realizan en este sentido. Incluso, la FAO ha declarado 2015 como Año Internacional del Suelo, con la finalidad de concienciar sobre la importancia de la conservación de los suelos y así preservar la sostenibilidad de las producciones agrícolas, ya que las previsiones de crecimiento demográfico hacen necesaria una reestructuración de la gestión de la tierra que asegure que los rendimientos tiendan a crecer y no a minorar como se prevé que ocurra al ritmo de degradación actual. 

   Todo esto implica una reducción del uso de químicos, algo que ya lleva produciéndose desde hace una década con la eliminación de materias activas fitosanitarias, y más actualmente con el mayor control en el uso de las mismas. Esta reducción también se producirá sobre los abonos, debido a una previsión en la escasez de los mismos, además de la contaminación que producen.

   Esta contaminación por químicos, movió la conciencia de algunos sectores de la sociedad quienes comenzaron a promover movimientos ecologistas que han derivado en la producción de cultivos ecológicos. Sin embargo, este es un nicho demasiado pequeño y no frena las prácticas que implican el deterioro y la contaminación, pero que han dado lugar a iniciativas de investigación científica que se hacen extensivas a la agricultura convencional, para la mitigación de los efectos perniciosos. En este sentido, son importantes para la conservación de los suelos las investigaciones relacionadas a la fertilización física y biológica.



   En cuanto a la fertilización biológica que es en lo que más implicados estamos en AGROGENIA, son importantes los avances en el uso de microorganimos beneficiosos como las micorrizas y las rizobacterias, que pueden servir; para resistir a la sequía, para fijar nitrógeno, solubilizar fósforo o movilizar potasio, además de promover mecanismos de defensa para la tolerancia a ataques patógenos. Tras décadas de investigación científica, aislando cepas y realizando ensayos, ya hay países que las llevan utilizando con notable éxito, como Sudamerica (Argentina, Brasil, Chile) o la India. Estos países han tomado la delantera a España en el uso de alternativas biológicas para la fertilización de los cultivos, más económicos, cómodos y sostenibles que los abonos minerales. En España, queda mucha labor pedagógica para hacer entender al agricultor que la rentabilidad de la explotación está estrechamente ligada a la fertilidad de los suelos, que no es exclusiva del abonado de los cultivos, sino de una conservación de la estructura del suelo, enriqueciendo en materia orgánica y en microorganismos beneficiosos, los cuales harán sostenibles los rendimientos y se reducirán los problemas de enfermedades, ya que un suelo vivo produce cultivos saludables, menos susceptibles a ataques patógenos. Con un valor añadido, 

“La tierra incrementa su valor, al ser fértil y productiva”.

  Centrándonos en la fertilización, hay que empezar por cuantificar las necesidades nutricionales, las cuales se definen como extracciones de cultivo, y se dividen en exportaciones (cantidad de nutrientes extraídos del sistema y que no retornan al suelo; grano y paja en la mayoría de las ocasiones) e importaciones (cantidad de nutrientes que requiere el cultivo pero que no sale del sistema porque vuelven al suelo, como raíces y restos vegetales). La fracción que se usa para el abonado son las exportaciones. Pero para determinar el abonado correcto debería contemplarse la fertilidad del suelo a diferentes niveles;

· Contenido en materia orgánica. La cual permitirá una mineralización del nitrógeno que servirá de complemento a las extracciones

· Contenido en nutrientes; fósforo y potasio principalmente.



· Estructura del suelo. Que determinará la porosidad. Dato que nos sirve para evaluar el nivel de aireación (clave para la actividad microbiológica) y de retención de agua que determinará la capacidad del suelo a desarrollar el cultivo.

   En lo que se refiere al nivel de fertilidad en fósforo y potasio, hay que decir, que la mayoría de los suelos de la península, son de pH básico, lo que provoca una retrogradación del fósforo aportado por vías minerales o las existentes en el suelo, lo que implica aumentar las aportaciones por encima de las necesidades de extracción para contemplar este bloqueo. Sin embargo, las reservas de fósforo son ilimitadas si se pudiera contar con dicho elemento retrogradado. A su vez, el potasio suele también estar en cantidades elevadas, pero las estructuras de suelo mayoritarias suelen hacerlo difícilmente accesible a las plantas, quedando una parte mínima a disposición de los cultivos. 

   Con estas premisas, la fertilización biológica aporta unas ventajas agronómicas como es la fijación de nitrógeno, convirtiendo el nitrógeno atmosférico (N2) en amonio (NH3), actuando como minifábricas de urea. Convirtiendo el fósforo bloqueado en asimilable para las plantas, y traspasando el potasio fijado entre las láminas de arcillas a zonas más explorables por las raíces.

   De este modo se aporta a la planta las necesidades nutricionales que se requieren, promoviendo la actividad microbiológica del suelo complementando en gran medida el aporte de abonos químicos, a veces de difícil solubilidad en suelos muy empobrecidos. Además aportan, ventajas ecológicas, ya que son productos que pueden usarse en agricultura convencional y ecológica. Y no son químicos, por lo que no degradan el suelo.

   En definitiva, la fertilización es un concepto que debe contemplar la estructura del suelo, la vida microbiológica y en su defecto complementar con abonos químicos para alcanzar los máximos de producción, pero no al contrario, ya que el efecto contraproducente es un deterioro de suelos y de calidad ambiental.

Puedes visitarnos en www.agrogenia.com


viernes, 1 de mayo de 2015

AÑO INTERNACIONAL DE LOS SUELOS

    La FAO ha declarado 2015 como año internacional de los suelos. Y eso sigue siendo un avance en la convicción de que el camino que seguimos en AGROGENIA es el adecuado. De hecho, no hay mas que ver el eslogan que FAO ha utilizado para promocionar el año 

"SUELOS SANOS PARA UNA VIDA SANA", 
frente al nuestro 

"DALE VIDA AL SUELO", 
"SI DAS VIDA AL SUELO LE DAS SALUD A LOS CULTIVOS.....Y TU, LE DAS VIDA?". 

Es un motivo más para sentirnos orgullosos, y vamos a reproducir textos íntegros de los comunicados, noticias y vídeos que divulgan mensajes sobre este asunto, porque;

Los suelos son un recurso no renovable, su conservación es esencial para la seguridad alimentaria y un futuro sostenible”


"Los suelos sanos no solo constituyen la base para los alimentos, combustibles, fibras y productos médicos, sino que también son esenciales para nuestros ecosistemas, desempañando un papel fundamental en el ciclo del carbono, almacenando y filtrando el agua, y mejorando la resiliencia ante inundaciones y  sequías, explicó Graziano da Silva.

4 de diciembre de 2014, Roma. Las Naciones Unidas han declarado 2015 como Año Internacional de los Suelos. La iniciativa dará comienzo mañana con eventos en Roma, Nueva York y Santiago de Chile, en un esfuerzo por concienciar y promover un uso más sostenible de este recurso crítico.

Los suelos: un recurso clave amenazado

La FAO estima que un tercio de todos los suelos se degradan, debido a la erosión, compactación, obturación, salinización, agotamiento de la materia orgánica y los nutrientes, acidificación, contaminación y otros procesos causados por prácticas insostenibles de gestión del suelo.

A no ser que se adopten nuevos enfoques, la superficie mundial de tierra cultivable y productiva por persona equivaldrá en 2050 a solo una cuarta parte del nivel de 1960.

Tras describir a los suelos como un "recurso casi olvidado", hizo un llamamiento para aumentar la inversión en su gestión sostenible, asegurando que resultaría más económico que su restauración y "se necesita para lograr la seguridad alimentaria y la nutrición, la adaptación y la mitigación del cambio climático y el desarrollo sostenible en general".

Al menos una cuarta parte de la biodiversidad mundial habita bajo tierra, donde, por ejemplo, la lombriz de tierra es un gigante al lado de pequeños organismos como bacterias y hongos. Estos organismos -incluidas las raíces de las plantas- actúan como los agentes principales que impulsan el reciclaje de nutrientes y ayudan a las plantas mejorando la ingesta de estos, contribuyendo a su vez a la biodiversidad por encima del nivel del suelo."

Te sugiero que veas este video que consiste en un experimento en el que se demuestra la importancia de los microorganismos para la formación de humus para dar vida en un suelo inerte

"Una mejor gestión puede asegurar que estos organismos -que habitualmente pasan inadvertidos- aumenten la capacidad del suelo para absorber carbono y mitigar la desertificación, de forma que incluso pueda capturarse más carbono, ayudando a compensar las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de la agricultura.
La FAO ha puesto en marcha una serie de iniciativas, incluyendo el lanzamiento de la Alianza Mundial por el Suelo, que ha constituido el Fondo para suelos sanos como su brazo operativo."



domingo, 26 de abril de 2015

QUEREMOS QUE SEPAS UN POCO MAS DE NOSOTROS

Ya son casi 8 años desde que nació AGROGENIA, con la firme convicción de ser una empresa orientada al cliente apoyándose en un perfil de innovación, con productos de calidad, y asesoramiento técnico cualificado. Nuestra formación y recorrido profesional eran nuestro aval. Y en este sentido, la orientación al cliente era fruto de una reflexión conocida en marketing; captar a un nuevo cliente cuesta de 6 a 7 veces más que mantener a un cliente satisfecho, y recuperar a un cliente perdido cuesta 50 veces más. Con esta premisa, nuestra orientación consiste en poder ofrecer al cliente todo aquello que necesita, de la manera más rentable posible para ambas partes. AGROGENIA, por tanto, pretende hacer lo que el cliente no puede (por falta de tiempo, o de conocimientos, o de recursos).

En que consiste esta misión de AGROGENIA;

Hoy día existe una ventaja importante. En un mundo cada vez más competitivo, los productos que pueden cubrir las necesidades son ilimitados, pero la mayoría de ellos llegan a nuestro conocimiento de forma deficiente por diferentes aspectos o circunstancias;
·        No conocemos productos y características en profundidad para poder elegir
·        Podemos conocer el producto pero no el mejor precio
·        Falta de información en el modo de acción que nos de la confianza en que es el adecuado para nuestra circunstancia,
·        etc.

Sin embargo, en un mundo cada vez más interconectado, nos permite hacer una búsqueda que cubra esas carencias de información. Pero aquí también se añaden nuevas dificultades (o debilidades), y que difieren de cada perfil de persona;

·        Falta de conocimientos técnico agronómicos para evaluar las opciones,
·        Falta de tiempo para realizar la búsqueda,
·        Falta de contactos para obtener diversidad de fuentes que ofrezcan precios competitivos,
·        Confiar en proveedores que ofrezcan información veraz y contrastada de la realidad de su producto.

Todo esto es lo que hace que al final, con el objetivo de optimizar el tiempo o de dar con la solución más rápida, el cliente opta por dirigirse hacia lo conocido (marcas reconocidas que han hecho su labor de marketing para conseguir transmitir confianza) o lo más cercano (el distribuidor local que también ha hecho su labor de ser una figura confiable, pero que suele estar encorsetado por unas marcas a las que les debe exclusividad). No quiere decir con esto, que ese modo de actuar sea erróneo, pero no siempre es la opción más rentable, y ese es el carácter diferencial de AGROGENIA, cubrir el hueco que provocan las debilidades y convertirnos en el buscador de la opción más rentable con productos de confianza. En este caso, la confianza se deja en AGROGENIA no en el PRODUCTO, porque AGROGENIA ya confía en el producto. Y esa es una verdadera orientación al cliente, nuestro objetivo primordial es TRANSMITIR SEGURIDAD Y CONFIANZA, estando siempre actualizados a las innovaciones del mercado en herramientas y productos para hacer que nuestros clientes tengan opciones para elegir de manera rentable, y sin olvidar que queremos también una orientación sostenible para el medio ambiente.

Para ello, seguimos ampliando nuestro equipo técnico, hemos implementado un departamento de I+D+i, nos vinculamos a centros de investigación científica, participamos en proyectos LIFE (herramientas SIG y teledetección para el asesoramiento de cultivos).


Nuestro objetivo es tratar de ser mejores cada día, y que nuestros clientes se beneficien de ello. 

                                                                                                                              Puedes visitarnos en www.agrogenia.com

sábado, 18 de abril de 2015

ENSAYO EN FUNDACIÓN TECNOVA (Centro Tecnológico)
Agosto 2014-Enero 2015
EVALUACIÓN DE LOS EFECTOS PRODUCIDOS POR EL USO DE MICROORGANISMOS COMO FERTILIZANTES BIOLÓGICOS EN LA NUTRICIÓN DE PLANTAS DE TOMATE DE INVERNADERO

DESCRIPCIÓN DEL CULTIVO
El cultivo seleccionado es tomate, variedad RAMYLE. La duración del ensayo es el periodo comprendido entre la plantación (21/08/2014) y la recolección (04/02/2015). Se planta bajo INVERNADERO en suelo enarenado diferenciado en tres capas (mulching de 8-10 cm, una capa de estiércol de 2-3 cm y una capa de tierra franca de unos 30 cm). El plan de fertilización para la parcela testigo (T0) se realiza mediante la aplicación de abonos sólidos por fertirrigación, con productos solubles convencionales: nitrato potásico, nitrato cálcico, sulfato potásico, fosfato monoamónico, ácido nítrico y microelementos. Las cantidades aportadas pretenden cubrir las necesidades de una producción estándar: 350 kg /ha de nitrógeno, 150 kg/ha de fósforo en forma P205 y 300 kg/ha de potasio en forma K20. Además de otros microelementos básicos.
DESCRIPCIÓN DEL ENSAYO
OBJETIVO: se pretende evaluar el efecto de la aplicación de biofertilizantes a base de micorrizas y bacterias rizosféricas sobre la nutrición del cultivo. Para ello, se utilizan diferentes dosis de estos microorganismos, a la vez que se reducen las aportaciones de fertilizantes convencionales, frente a un testigo de manejo estándar en la zona, con el fin de valorar en qué medida dicha reducción de fertilizantes minerales puede ser sustituida por la aportación de inoculantes micorrícicos y PGPR’s (Rizobacterias promotoras del crecimiento vegetal).
FORMA DE APLICACIÓN: Se fueron aplicando al suelo en una dilución con agua a lo largo del ciclo, ajustándolo a la curva de extracciones de nutrientes para el cultivo de tomate en función de su estado fenológico. Las cantidades fueron de 300 gr de inoculante para E1, 600 gr para E2 y 900 gr para E3. El programa de aplicaciones  estará a disposición de los agricultores en su punto de venta habitual.
PARÁMETROS MEDIDOS: Se tomaron medidas de crecimiento (diámetro de tallo, longitud de planta hasta despunte, distancia entre nudos, frutos cuajados por ramillete, nivel de clorofila en hoja) y producción (rendimiento, calibre, y grado brix).


EVOLUCIÓN DE LOS PARÁMETROS DE CRECIMIENTO ANALIZADOS:
Como podemos observar en la gráfica de la evolución de ALTURA DE PLANTA, el crecimiento en las primeras fases mostró un ligero retraso en la parcela T0 respecto a las otras, con longitudes de planta que fueron alrededor del 10% inferiores respecto a E3 y en torno al 5% respecto a E1 y E2. Tras producirse el despunte apical, en todas las parcelas las plantas tienen la misma altura. Pero este parámetro evidencia que con los inoculantes microbianos se ha producido un ligero adelanto en el crecimiento vegetativo.



El diámetro del tallo, medido a 12-15 cm de la base de la planta ha aumentado a lo largo del desarrollo del cultivo en todas las parcelas. En todo momento el valor más alto se ha registrado en la parcela E3 y el más reducido en T0. Por otra parte, las medidas realizadas en E1 y E2, que fueron al inicio prácticamente idénticas, se han ido distanciando conforme ha avanzado el cultivo, mostrando E2 una tasa de crecimiento superior. A pesar de ser un buen indicador del vigor de la planta, no podemos establecer una correlación directa entre este parámetro y la producción final obtenida en todos los tratamientos, aunque sí se cumple tanto en E3 como en T0, como analizaremos más adelante.



De forma general, los niveles de clorofila disminuyeron ligeramente respecto a la medición de mediados de diciembre, aunque fue más acusado en el caso de T0 y E3 y menos en las otras dos parcelas. Se confirma, por tanto, lo que aparece en trabajos publicados con anterioridad, según los cuales los niveles de clorofila en hoja se reducen conforme la planta envejece, al movilizarse ésta desde las hojas a otras partes de la planta, principalmente a los frutos. Según algunos autores los niveles más elevados de clorofila en hojas de tomate bajo invernadero se obtienen a unos 45 días tras trasplante, disminuyendo posteriormente, tal y como se confirma en los estudios científicos que lo evalúan. Aunque no hay una correlación directa, si que se aprecia que la mayor carga de fruto induce un menor contenido de clorofila en hoja. En un futuro estableceremos este parámetro como un indicador del buen desarrollo nutricional del cultivo.


DATOS FINALES:
Producción acumulada (kilos/m2): Los valores de producción acumulada en las diez cosechas realizadas hasta final de enero se muestran en la tabla siguiente. Quedaría aún pendiente una recolección, del último ramo en todas las parcelas. Según una primera estimación, la fruta que queda en la mata estará entre 0,5-1.0 kg/m2.

TRATAMIENTO
FRUTO TOTAL
(g m-2)
FRUTO COMERCIAL
(g m-2)
DESTRÍO
(%)
T0
6.256,8
5.122,7
18,0
E1
7.621,3
6.840,6
10,2
E2
7.320,9
6.105,9
16,8
E3
8.046,5
6.823,9
15,1




 Como puede observarse, los tres tratamientos en los que se aplicaron inoculantes bacterianos superaron al testigo (T0), tanto en producción total como en producción comercializable. En cuanto a kilos totales, E3, con una reducción del 75% en la fertilización mineral aplicada, superó los 8 kilos/m2, y obtuvo el dato más elevado entre las cuatro parcelas. De forma comparativa, ha producido un 22% más que T0, y un 33% más respecto a fruto comercial al considerar el destrío, lo que es una diferencia muy significativa. En segundo lugar aparece E1, con un 5% menos de producción que E3, pero un 18% más que T0. En tercer lugar queda E2, con una producción un 9% inferior a E3, pero un 15% superior a T0.
En lo que respecta al calibre, prácticamente toda la producción comercialmente viable ha sido de calibre MM, característico de la variedad para una planta no injertada y en esas fechas de cultivo. Al haberse recolectado el tomate suelto, no se han despuntado los ramilletes, por lo que hemos tenido un mayor número de frutos pero con un calibre inferior, fundamentalmente en el extremo del ramo. Es interesante destacar que el testigo, en el que no se aplicaron inoculantes bacterianos, no sólo presenta una menor producción total, sino también un mayor porcentaje de destrío.
Contenido en azúcar del fruto (Grado Brix): Se midió este parámetro para comprobar si la sustitución de abono mineral por los inoculantes bacterianos producía alguna alteración en la nutrición de la planta a nivel de transformación de azúcares en el interior del fruto. Para ello se analizaron muestras de frutos recolectados en dos momentos del ensayo, concretamente el 26/12/14 y el 22/01/2015. Los valores que aparecen en la tabla son los valores promedio de las dos fechas analizadas. No se observan diferencias significativas entre tratamientos.

Al analizar los costes por hectárea de la fertilización de cada una de las parcelas, también se observaron diferencias importantes. Como puede verse en la gráfica siguiente, el coste más elevado correspondió a la parcela en la que únicamente se utilizaron fertilizantes minerales.  De la misma forma, conforme más fertilizantes biológicos se emplearon para sustituir al abono mineral, los costes de la fertilización disminuyeron, produciéndose un ahorro máximo en E3 de 325 €/ha, lo que supuso reducir el coste de la fertilización respecto al testigo más de un 25%.

CONCLUSION
Podemos concluir, por tanto, que la sustitución de la fertilización mineral por fertilizantes biológicos supone un incremento de rendimiento significativo tanto en la producción total como la comercializable (hasta un 33% más - 1.7kg/m2). Así como una reducción de costes en la fertilización, que ha supuesto un ahorro de hasta un 26%.
Una opción rentable, cómoda y sostenible.
                                                                                                                              Puedes visitarnos en www.agrogenia.com